Detrás de cada proyecto se encuentran las personas y en el caso de Egonhaus, estas tienen especial relevancia, por eso hemos querido mostrar el aspecto humano de una empresa que respira y transmite una sensibilidad natural arraigada a un concepto de la construcción humanista que tiene muy presente el entorno.
Buscábamos transmitir, también a través del espacio de Egonhaus, nuestra manera de entender la construcción.
Hablamos con Jairo Nieto, Jordi Puig y Joaquim Estarlí, los tres socios fundadores de Construccions 360+, Eidos y ahora de Egonhaus, tres empresas relacionadas con el sector de la construcción, pero con distinta personalidad que crecen bajo el paraguas de 361 Group, también creado por ellos.
Hace menos de un mes que se abrieron las puertas de las oficinas de Egonhaus, ¿por qué una constructora más?
Nuestra experiencia en el sector nos demuestra que no es lo mismo tratar con la administración pública que con un cliente privado, dice Jordi Puig.
Vimos que había llegado el momento de separar el tipo de clientes con los que trabajamos, añade Jairo Nieto. En Construccions 360+ hemos decidido aglutinar la obra especializada en el cliente público y en Egonhaus hemos querido poner en el núcleo de cada proyecto a las personas, centrándonos en el cliente particular y privado. De esta forma, también diversificamos riesgos e intentamos aprovechar las tendencias actuales del mercado.
Las instalaciones son realmente acogedoras…
Se han construido y diseñado con esa intención, responde Jairo, desde el primer momento planteamos la oficina como un lugar amable, un lugar donde las personas se sientan cómodas, por eso apostamos por los espacios abiertos, por los sofás, por un determinado uso de la iluminación o por la música ambiental, porque esperamos que cuando un cliente entre a nuestras oficinas se sienta acogido, se encuentre tan bien como en su casa.
Buscábamos transmitir, también a través del espacio de Egonhaus, nuestra manera de entender la construcción, que no es ni mejor ni peor que la de otras constructoras, sencillamente responde a nuestra forma de concebir una determinada forma de construir, explica Joaquim Estarlí.
De nuevo las personas como punto de partida…
Nos preguntamos cómo podíamos hacer para que el proceso de construcción de una casa o de una pequeña reforma fuese una experiencia tranquila y amable para el cliente, responde Joaquim.
¿En algún momento se plantearon lo que faltaba en el sector?
No, simplemente nos centramos en cómo podíamos concretar nuestra idea, responde Jordi. Aunque, es cierto que teníamos claras algunas cosas, como por ejemplo; que las oficinas de Egonhaus no iban a ser una especie de showroom, repleto de muestras caducas, de modo que partiendo de lo que no queríamos, fuimos moldeando nuestro proyecto.
El lugar donde vivimos, desde la pandemia ha tomado relevancia…
Es importante que las personas se sientan cómodas donde viven, por eso cada vez más se habla de la necesidad de los espacios abiertos, de las terrazas, de los balcones, de los jardines o de los patios interiores, apunta Joaquim.
Un gran número de sociólogos destacan un cambio de paradigma social desde la pandemia. ¿Creen que este cambio de paradigma también ha afectado al sector de la construcción?
La crisis sanitaria del Covid-19 nos ha obligado a repensar todos los aspectos de nuestra vida y eso incluye la forma de relacionarnos, de vivir y la de trabajar. Hemos aprendido a pensar en pequeño, a tener en cuenta las cosas sencillas y a prestar atención en como nos relacionamos con nuestro entorno más inmediato, pero también con el planeta, cuenta Jairo. Las metodologías de trabajo han cambiado y la tecnología en muchos casos, se ha convertido en una aliada.
¿Todos los espacios son para vivir?
Potencialmente todos. En todos los espacios se puede vivir. Desde que somos niños, con más o menos suerte o maña, tenemos la inquietud de construir nuestra propia casa, por ejemplo las cabañas. Buscar un hogar es algo inherente en el ser humano, responde Jairo. Además, todos los espacios pueden adaptarse y hacerlos habitables, pero no solo esto, sin lugar a dudas, se puede mejorar la vida de las personas a través del espacio, añade Jordi.
¿Qué lugar ocupa la tecnología en Egonhaus?
Tiene un peso muy importante a todos los niveles, ya sea en la gestión administrativa y organizativa de la empresa, en la construcción o en el diseño. Por ejemplo, queremos aprovechar la oportunidad que nos brinda la realidad virtual para poder explicar los espacios desde un punto de vista realista. La idea es que el cliente experimente cómo va a sentirse en el espacio que vamos a construir o en la reforma que ha solicitado antes de que esté hecha. Nuestra intención es que la ejecución del proyecto sea una experiencia única para el cliente, explica Jairo.
Arquitectura, diseño y construcción, ¿qué peso tienen en Egonhaus?
Son tres conceptos que no concebimos por separado. Buscamos involucrar al cliente en todo el proceso constructivo, para nosotros es importante humanizar todo el proceso de construcción, comenta Jairo. La idea es liberar al cliente y evitarle pasos que puedan resultarle pesados. En Egonhaus trabajamos para gestionar la totalidad del proyecto, pero también para que en todo momento, el cliente se sienta bien atendido, de ahí la importancia de un acompañamiento especializado que, además, nos permita generar un vínculo con el cliente basado en la confianza.
¡Todo un reto!
Lo más difícil, por lo menos para mí, es poder saber interpretar lo que imagina un cliente, saber exactamente que busca y lo que necesita. Por eso es imprescindible saber escuchar, apunta Joaquim, de ahí el sentido de la figura del homeplanner.
¿Homeplanner?
Un o una homeplanner es alguien que camina junto al cliente durante todo el proceso constructivo y que puede darle las respuestas que necesita. No hemos inventado nada nuevo, nos hemos inspirado en la figura del wedding planner, explica Jairo, La función de nuestro homeplanner radica en saber captar la sensibilidad del cliente, es una suerte de traductor de ideas y sensibilidades que actúa de puente o de nexo entre las distintas áreas de Egonhaus y el cliente, por eso la importancia de la especialización de esta figura en el caso de la construcción. Creemos que la forma en que presentamos nuestro trabajo es muy importante, pero no menos que la forma de relacionarnos con las personas que quieren que desarrollemos su proyecto, añade Jordi.
¿Por qué se llama Egonhaus?
Porque es una palabra compuesta que transmite el concepto de solidez, de algo que perdura, dice Jairo. Egon en euskera significa ser y haus en alemán quiere decir casa. La unión de estas dos palabras nos llevó a la idea de que una casa es algo que va más allá del hecho de tener un lugar donde vivir o dormir. Por otro lado, Egon es un nombre propio que en alemán que significa formidable.
¿Cómo os imagináis Egonhaus en un futuro?
Yo quiero imaginarla viva y poder comprobar que el producto funcione. Mi visión de futuro, más allá de la parte filosófica, dice Jordi, es mucho más analítica; los números tienen que salir, y si lo logramos, significará que lo estamos haciendo bien. Yo comparto esta misma línea de pensamiento, añade Jairo, aunque además, me gustaría que nuestro modelo se replicase, porque esto querrá decir que es posible trabajar de otra forma. ¡Sería genial que nos copiaran aquí, en Amsterdam o donde sea! Al fin y al cabo, hablamos de transmitir una visión de la construcción humanista que relaciona las personas y el entorno, explica Joaquim.
¿Tres socios con una importante trayectoria compartida. ¿Cómo hacen para ponerse de acuerdo?
¡No nos ponemos nunca de acuerdo!,responde Jordi.¡Esa es la clave!, añade Jairo, mientras Joaquim asiente. Jairo es la persona que tiene las ideas, que después contrasta con Joaquim, quien las pule y cuando me las cuentan, yo me encargo de bajarlas a tierra, aunque después esa misma idea siempre acaba volviendo y al final Jairo acaba haciendo lo que quiere.